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“Cuando me preguntan que pienso cuando miro un cuadro, solo puedo responder que no pienso en nada. Lo miro y solo percibo la belleza, y no quiero verlo en relación con nada más. Solo lo que veo, simplemente porque tiene su propia validez1.

Imi Knoebel, 2015

 

Ponerse en el ojo del alumno decimonónico que siguió las pautas de Carlos de Haes, que por aquellos años ostentaba la catedra de paisaje de la escuela de Bellas Artes de San Fernando en Madrid y tenía como aula los montes del Pardo, el monasterio de Piedra o la sierra de Guadarrama, es sentir esa experiencia en la mirada del paisaje que constituye momentos de privilegio. Plasmar dichos paisajes en el papel es la culminación como artista. Schelling, entendía la pintura del paisaje como la “representación subjetiva, pues el paisaje tiene realidad solo en el ojo del contemplador”, es por tanto que cada autor buscaba una realidad propia frente a lo natural, intentando plasmar la inmensidad de las formas naturales, sinuantes veredas y ríos e innumerables cantidades de tonalidades de verdes y azules, situándonos en una realidad propia donde el sentimiento de lo humano nos acerca a la percepción de lo visible e invisible.

Nosotros los espectadores, al ver una obra colgada en la pared de un museo o galería, llegamos a vivir un éxtasis sensorial, renunciando a la objetividad, al espacio y el tiempo, tan solo aspiramos a perdernos en la inmensidad de lo plasmado que tanto nos hace percibir y sentir. La vista como sentido, nos permite mirar, o mejor, saber mirar, penetrando en la estructura y la belleza de la naturaleza abocetada con ligereza en un lienzo en blanco que finalmente nos hará huir de conceptos generalistas y abstractos. Pensando en las palabras de San Agustín podemos extrapolarlas al paisaje “¿Qué es, pues, el tiempo? Si nadie me lo pregunta, lo sé; pero si quiero explicárselo al que me lo pregunta, no lo sé. Lo que sí digo sin vacilación es que sé que si nada pasase no habrá tiempo pasado; y si nada sucede, no habrá tiempo futuro; y si nada existe, no habría tiempo presente2


1 Museo de Arte Contemporáneo Helga de Alvear. Cáceres

2 Agustín de Hipona: Qué es el tiempo. Edición bilingüe y traducción de Agustín Corti.